He descubierto, por la lectura del libro “Fuentes para el estudio de la imprenta en Burgos”, que tenemos un paisano, llamado Alonso de Melgar, que participó en la implantación de la imprenta en Burgos en los años finales del siglo XV y principios del siglo XVI, junto a Fadrique de Basilea, llamado el Alemán, por su procedencia de la ciudad de Basilea (Alemania). Este se instaló en Burgos y fue la primera imprenta que hubo en Burgos, hacia 1.480. Como es sabido, la imprenta las inventó Gutenberg en 1.442.
Burgos, entonces "Cabeza de Castilla, prima voce et fide" era una ciudad muy importante, en el comercio y la cultura y, por ello, fué centro de atracción para muchísimas personas, arte, comercio, etc. Por tanto, puede añadir a sus numerosos títulos el de “Prima in Littera Impresa”.
Alonso de Melgar era oriundo de Melgar, en aquella época centro especializado en la fabricación de herramientas y utillaje de hierro, y realizó su aprendizaje en el taller de imprenta de Fadrique de Basilea del que llegó a ser oficial mayor. La imprenta estaba en las escalinatas, enfrente de la catedral, que suben a la iglesia de San Nicolás de Bari. En la fachada de las casas hay un rótulo que lo dice.
Apenas se sabe nada de su vida anterior. Lo primero que se conoce es que, en septiembre de 1.517, figura como testigo en la aceptación de su maestro para la impresión de las obras del Tostado (el abulense conocido por su abundante literatura y de ahí el dicho "escribes más que el Tostado"), a solicitud de los reyes. También con fecha 4 de septiembre de ese mismo año, figura como yerno de Fadrique Biel (Fadrique de Basilea el Alemán). Se casó con la hija del dueño de la imprenta, Isabel de Basilea, en el verano de 1.517 y, a partir de ello, se produjo un cambio de titularidad progresivo de la imprenta, asumiendo la responsabilidad Alonso de Melgar, aunque no como consecuencia del fallecimiento de Fadrique, que no se produjo hasta finales de 1.518 o principios de 1.519.
Este proceso dió lugar a la desaparición del nombre del maestro en los colofones (final del texto del libro, en el que se hacen constar el nombre de impresor y la fecha y lugar de impresión) en la primera mitad de 1.518, afianzándose en el verano de ese año y coincidiendo con el nacimiento del primer hijo del matrimonio. Así, 21 28 de agosto, en la impresión del libro "Tractatus sacerdotales de ecclesiasticis sacramentis”, de Nicolás de Plove, aparece ya explícitamente a expensas de Alonso de Melgar. Acompaño una copia de un colofón con su nombre.
A partir de ese momento. Alonso de Melgar irrumpe con fuerza en la escena editorial castellana y su producción puede calificarse de abundante. Fueron setenta y siete las ediciones que publicó en los escasos ocho años en los que dirigió el taller de imprenta antes de su fallecimiento.
Se caracterizó por su preferencia por la literatura en castellano y con ello contribuyó a la expansión del castellano. Tenía especial interés por la literatura de creación, que representa aproximadamente el 45 por ciento de sus impresiones: Retoma autores y libros que habían sido tradicionales en la historia de la imprenta, sin olvidarse de la impresión de pliegos sueltos en verso y obras teatrales.
Otra faceta destacable es su participación en el intento de conseguir la exclusiva en la edición de textos legales, intento que se vió reforzado con la edición de las Ordenanzas Reales, Las leyes de Hermandad y las Leyes de Toro. La celebración de las Cortes de Valladolid del año 1.523 le dio la oportunidad de hacerse con el negocio de la publicación de los cuadernos de peticiones y de las leyes con las disposiciones en ellas establecidas.
Es evidente que Alonso de Melgar fue un personaje relevante en aquella época, para Burgos y para Melgar.
Fuente de la noticia: Carmelo Martín Gómez